martes, 18 de septiembre de 2012

Movimientos del peón

Vol de Colom. La Garrotxa'12
Ahora hace casi un año que te has ido. Ahora justo cuando empieza el colegio, cuando empiezan las clases, ahora cuando me dabas la mano y me acompañabas a la parada del autobús. Cuando decías "vas a llegar tarde" o "quédate con la señorita Inés" hace más de diez años. Ahora cuando recuerdo tus gafas viejas y la coronilla de tu calva asomando. Ahora cuando me reñías en casa y a veces fuera. Cuando me mordía las uñas y me llamabas la atención.
Te has mudado a poco más de tres manzanas de aquí y es como si te hubieses mudado de ciudad, de país, de continente. Es como si te hubieses transformado en alguien que no conozco, que nunca he conocido, que nunca antes había visto. Es como si fueses de esos que me llaman al móvil para cambiarme de compañía y tengo la necesidad de colgar a los tres minutos. Es como si hubieses sido alguien pasajero en mi vida, como si te hubiese conocido en una feria o arriba de una noria o te hubiese escuchado un día en la radio. 
Es como si todos esos recuerdos de niña, adolescente, juventud estuvieran perpetuos en mi memoria. Sin moverse, sin trascender, sin encenderse. En gris. Como si un día los hubiese metido en un cajón y hubiese perdido la llave. Como si no importase todo lo que un día construimos. Como si sólo estuviese este año rondando en mi cabeza. Este año de perdidas y lágrimas. De echarte de menos sin reconocerlo. Este año de no reconocerte, de dolerme, de odiarte por todo. De no poder abrazarte porque me eres extraño. Porque me he vuelto insoportable contigo, porque me resultas pesado, porque me mientes, me escondes las cosas. Porque en lugar de hacer de más, haces de menos. Los dos hacemos de menos. Y así, nunca nunca nunca podremos volver a los recuerdos bonitos. 

domingo, 9 de septiembre de 2012

Justo entre los ojos

Alhambra. Granada
Sentada en el borde de la piscina, con las piernas dentro del agua. La noche anterior cambió el tiempo, hoy hace más frío. El agua está más fría. Juego con mi pelo. Primero cojo un mechón al azar, lo enrollo y lo suelto. Quizá se dibujen tirabuzones, luego lo coloco detrás de la oreja, pasan diez segundos y lo pongo otra vez en su sitio. Tu estás detrás, en la tumbona, leyendo. Alzas la cabeza cada cuarto de hora para observar si sigo en el mismo sitio o si me he metido dentro del agua. Ha pasado el verano casi en un suspiro. Recuerdo mi cumpleaños, con nervios e ilusión y las líneas dedicadas que me escribiste. Dulces palabras. Deseos de estar junto a mí. Mi mente vuela hasta julio y recuerda los amaneceres que hemos compartido, ya sea junto al mar, o despertarme a tu lado, de la cama y ver como poco a poco el sol se colaba entre los edificios de enfrente. Sentirme como una adolescente recorriendo el metro para acceder a un concierto. Como hemos ido construyendo nuestro día a día. Ayudarnos, enfadarnos, abrazarnos, besarnos, sentirnos, dormir, reír, querernos...En agosto continuamos sumando amor, cenas y cócteles, paseos por ciudades que nos acogieron, retratos de nosotros entre monumentos y playas de piedra. Entre páginas de libro que nos han cautivado y la elegancia del sol ponerse en el horizonte mientras nosotros lo contemplamos. Quizá nos falte adorar las estrellas, no sé. Pero casi las tocamos. Ahora es septiembre y hemos volado en globo. Un dulce paseo por las alturas. No sé si será por todo esto o porque había de ser así, pero la palabra amor se ha agrandado en mi. 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Y de verdad, te quiero a ti.

Cabo de Gata'12
En este 2012, tú eres mi recuerdo más feliz. 
Cada vez que cierro los ojos estás tú. Contigo todo se vuelve volátil, sencillo. De tu mano las curvas se vuelven rectas. A tu lado, sonreímos sin un porqué. Hacer danzar mi mano por la ventanilla imitando el oleaje del mar. Diciéndonos tonterías alegres. Gastar los días de vacaciones sin preocuparnos por la hora que es o por lo que tenemos que hacer mañana. Planificar y cambiar de dirección sobre la marcha. Recorrer calles sin mapa y encontrar tesoros. Desear que el tiempo se multiplique. Que te quedes siempre. Siempre que todo sea como ahora. Como estos once meses. Que aprendamos juntos a hacer de lo pequeño lo más grande, que las sorpresas sean geniales. No desistir por el camino. Que nunca dejemos de darnos besos en ciudades desconocidas. Que sigamos queriendo perdernos por rincones que debamos inventarnos su nombre. Hacer fotografías de los lugares y de nosotros en diferentes modos de la cámara. Mirar las fotos de nuestros viajes y recordar cuando nos las hicimos, recordar anécdotas y reírnos de nosotros. Hablar de lo cotidiano y los sueños. De lo que dicen en la radio y en el periódico. Leer y escribir. Sentir. Contemplar el paisaje mientras la música fluye en nuestro corazón.