jueves, 27 de marzo de 2014

Paredes desnudas

Lisboa'14
Hemos vuelto a hacerlo. Hemos vuelto a caminar despacio, a cogernos de la mano. A temblar de emoción, de placer. Hemos vuelto a acurrucarnos en el salón, en el vértice de la cama, a revolotear entre las sábanas, a saltar descalzos encima del colchón.

Hemos salido a fuera a bebernos el mundo, a empaparnos de amor, del amor que nos esperaba en otras ciudades, a bailar conscientes bajo la lluvia, a dejar que nos importe poco el que dirán. A cambiar la ruta planificada demasiadas veces para acordarnos del principio. A saltarnos el final e implantar principios. El principio de dejarlo todo a la duda, a la noche, al tiempo. A la magia del momento. A la oportunidad. Perdernos por ciudades infinitas, por calles llenas de balcones de flores, llegar sin aliento a lo más alto. Encontrarnos con miradores que dejan sin aliento, visitar ciudades con los ojos cerrados.

Hemos vuelto a compartir lunas, esperanzas, anocheceres. A ver el mar en otros países, ver como rompe con fuerza, como se lo lleva todo, como le arranca la razón a cualquiera. Has vuelto a convertirte en mar, a robarme el corazón cada noche. A perder la cordura en tus huesos, a embriagarnos de amor y no poder parar de bebernos, de abrazarnos, no en la oscuridad del salón, también en los amaneceres. A quitarnos la ropa y abrazarnos desnudos.

Has vuelto a hacerlo. Has vuelto a cogerme de la mano. He vuelto a desear el mañana contigo, he vuelto a querer planificar mis viajes contigo, a sorprenderte, a contarte mentiras que son verdades, he vuelto a imaginarnos corriendo en medio de un campo lleno de amapolas. A que el sol borre por fin mis sentimientos de invierno. He vuelto a pensar que no necesito escribirte una canción de amor para decirte que puedes quedarte aquí, siempre. 

Que tu alma con mis dedos, 
decirte adiós es el mayor de mis miedos.
(Dani Flaco)