miércoles, 30 de enero de 2013

No todos los finales son un nuevo final

Playa de Veracruz. Mexico
Playa de Veracruz .Mexico
Cascadas de Agua azul. Mexico
Llevo más de cien historias que contar guardadas en una mochila llamada corazón. Y que me encanta que sea parte de mi. Aunque parezca ligera es enorme. No hay palabras para describir lo que he sentido, lo que he visto. Es cierto que está llena de momentos que he compartido contigo. Momentos que no cambiaría por nada del mundo. Momentos que a veces no quieres dejar que pasen, que quieres que se integren en ti, que te formen, que te ayuden a llegar a lo más alto, a lo más gratificante. 408 horas de satisfacciones y sorpresas. De paraísos que pude tocar con la mano. De ternura y desesperación. De quedarme a tu lado todo el tiempo y no querer dejarte ir. De sentirme tan a gusto que nunca creí que fuese posible. De sentirme contenta y agradecida por que insistieras, por darme motivos para volar contigo. Que estuvieses ahí cuando mi pesimismo afloraba, que me cuidaras y te preocuparas por mi. Que me dieses la mano para guiarme y protegerme. Que nuestros abrazos siguieran siendo tan tiernos a mil quilómetros de casa, en otro continente, al otro lado del charco, que las ganas de quererte no hayan desaparecido. Descubrir que somos fuertes y que a tu lado todo mejora. Reírnos del mal tiempo, de nuestras malas caras, del cansancio, del (d)olor de pies. De nuestras poses en las fotos. Ahora sé que nada me haría más feliz que acompañarte por todos los rincones de este planeta. Y que me alegro de que tú que ahora eres mi yo, estés a menos de diez minutos de casa. (pd: no olvides quererme nunca). 

miércoles, 9 de enero de 2013

Reciclando


Si vamos a tener que convivir durante un año entero, espero que aprendamos a ser amigos. Espero que aprendas a tener paciencia conmigo y yo contigo. A que podamos discutir las cosas e intentar mejorar lo que no conseguimos hacer en 2012. Este año impar no voy a pedirte la luna como quizás hubiese hecho en otras ocasiones. Ya sé que no estás para regalar nada y que vas a tener suficiente trabajo para contentarnos un poco a todos. Pero portate bien, por favor. Que algunos aún tenemos esperanza, aún tenemos ilusión por hacer cosas, aunque sean con algunos cambios de última hora. Quizá tenía que haberlo escrito en la carta de los Reyes Magos, pero tú llegaste primero. Da la oportunidad a la gente que se lo merece, a los que están peleando día a día por salir adelante, a los niños que quieren ser mayores algún día, a los que quieren seguir pedaleando hacía delante aunque la carretera esté llena de curvas, a los que un día fueron útiles en esta sociedad. Tómate un minuto. Respira y actúa. Danos la mano. Haz que exista ese ángel de la guarda que (algunos) no hemos visto nunca. El empujoncito que nos falta. Sacúdenos los miedos. Enséñanos a ser valientes, a tirarnos a la piscina aunque no sea verano. A que todo llega cuando tiene que llegar. Pero sin resignación. Danos motivos para sonreír. Que no todo sea oscuridad. Quiérenos.