sábado, 30 de enero de 2010

los niños a veces, no sólo quieren jugar*

Toda ella,me recordaba a una canción de Quique González. Luego cuando se reía de todo aquello que un día nos hacía feliz, me venía esa imagen en los columpios jugando a ser mayores, bajo los rayos del sol de verano, cuando su piel se iluminaba por el sol y deseaba con irse corriendo, a buscar tormentas y nubes negras de las que colgarse. Y yo, me quedaba allí quieta, deseando tener suficiente valentía para hacer lo mismo que ella.
Emma siempre había sido el viaje más largo que todos querían hacer. Había sido todas las cosas de las que te acuerdas cuando llamas por teléfono. Y llegó, un día, que incluso era todas las camas deshechas de motel que podías imaginar.
No sabía como ni cuando dejé de seguirle la pista, creo que fue un día en la estación cuando me dijo que se iba a Alemania a luchar contra todas sus ambiciones y a jugar con muñecos de papel y a contar el tiempo hacia atrás.
Y yo en ese momento, quise morirme, porque se iban todos los cuentos que había anhelado escribir.
Por que se iban, todas las cosas que sabía que no saldrían bien.
(la intro de antes no me gustaba)


Foto: Dresden '08

miércoles, 20 de enero de 2010

no hay mejor medicina para el corazón



-Estoy dispuesta a contarte un secreto. Uno de esos que todos están deseando oír, pero solo tu vas a recibirlo. Uno de esos que todos nos tentamos a escuhar una vez en la vida. Uno de esos que se propagan como el viento, de los que todos decimos por decir pero pocos sentimos, de los que algunos nos escondemos detrás de un caparazón para no tener que pronunciarlos.
Aunque, lo niegue de vez en cuando, aunque no me lo crea del todo, siento que debo decirtelo. Es como "tu primera vez" uno de esos momentos que no se olvidan, ni aunque le quieras poner tipex por encima, es como la primera vez que besas a alguien, es un suspiro que cuando lo oyes te corroe por dentro, pero no en el mal sentido, todo lo contrario, cuando lo escuchas por primera vez, quieres más y más...y te aferras a él y no quieres desprenderte de su aroma. Y después querrás que te lo repita muchas veces, porque así sabrás que soy tuya. Y luego, no sabrás como olvidarlo todo. Mejor, no querrás hacerlo!
- y ¿cuál es?- preguntó entonces él (mientras exhalaba el humo de su último cigarrillo, del día)

- Ella tomó aliento y dijo:
t e q u i e r o * .Y le abrazó.



Perdón por el retraso, últimamente mi cabeza es un baile de sentimientos. Estoy un pelín estresada por los exámenes, porque trabajo, y porque estoy a caballo entre bcn-lleida. Y las ideas, no surgen en mi cabeza, es como si un rayo hubiera electrocutado todas las formas posibles de escribir algo coherente.

viernes, 8 de enero de 2010

he cruzado todo el universo

En la ciudad hace frío y las manos abrigadas con guantes se congelan poco a poco.
El corazón, en teoría, es el último órgano que se enfría. El que aguanta siempre todo el peso. El que aguanta incluso, cuando no hay nada que sentir. Cuando todo el cuerpo no responde. Él sigue ahí, intentando sobrevivir.
Y aunque quieras pensar otra cosa, la ciencia funciona así.
Por eso, S no escogió el bachillerato de ciencias, porque no podía estudiar algo en lo que no creía. Y de hecho, sigue sin creer. Ella es más de arte, de creer con los sentimientos. Ella es de corazón, pero del que a veces, deja de latir porque no encuentra motivos para seguir haciéndolo. A veces, tiene que tomarse una taza o dos, de té rojo bien caliente para que los recuerdos se instauren de nuevo en su cabeza, para que la niñez aflore de nuevo, y vuelvan los tiempos mejores.
S siempre ha creído que es mejor que vuelva el pasado para poder crear un futuro mejor. El presente no suele gustarle, porque es el que la hace sufrir, el que la deja noches enteras sin dormir, el que la desvela, el que la obliga a no sonrojarse cuando le roza la mano a algún chico guapo. El que hace que su corazón lata fuerte cuando está subida en el escenario dándose un beso ante miles de personas, cada día distintas. El que la hace darse cuenta que su amor platónico vive en otra dimensión que no es la suya. Y el que, la hace recordar que no es exactamente ,lo que ella había deseado con ser.
Pero a veces, se toman decisiones o deben tomarse y no siempre son las mejores. Ella lo había dejado todo, por empezar de cero. Y empezar de cero, no significaba volver a enamorarse de M.
Significaba ser feliz...