domingo, 24 de julio de 2011

De puntitas*


Yo no habría querido olvidar nunca su aroma. Su forma de cerrar los labios cuando pronuncia palabras imborrables, el tacto suave de sus dedos cuando transcurren el camino secreto de mis deseos. Las pequeñas ondas que se forman en su frente. Las verdades que se esconden  detrás de sus ojos y la forma de guiñar el ojo cuando alguien conocido se acercaba.
Yo no habría podido olvidar nunca la intensidad de su corazón latiendo cuando estaba a mi lado, su voz entrecortada o la forma como descolgaba el teléfono. Las canciones que inundaban la habitación y nos envolvían, cual cassette con una única cara B o un vinilo que daba vueltas y vueltas con la misma esencia que un mapa mundi de juguete.
Yo no habría deseado nunca que él olvidara todos los porqués. Las fotografías que no tuvieron lugar, los besos con sabor a arena, la forma delicada en que mi piel se erizaba cuando hacía frío fuera, las sonrisas sin motivo, el sudor frío que a veces se apoderaba de mi sexto sentido. Las visitas a domicilio y la resaca emocional del despertar.
Yo no habría creído nunca que todo hubiese llegado a este punto. Que hubiese un punto. Que hay palabras que nunca se llegan a decir y que algunas de las que no se dicen son las más importantes. Que hay otras que no se habrían de olvidar nunca y otras que habríamos de evitar siempre. 

martes, 12 de julio de 2011

Hasta donde nos lleve tu aliento...

Nos escapamos, los dos lo hicimos bien.
Y ahora estamos aquí, mirando al mar. Tú ¿nunca te has preguntado porque la tela de las tumbonas es azul? Yo un montón de veces. O ¿por qué hay palabras que se dicen de una forma y siempre las decimos mal? O ¿por qué cuando escuchas una canción que te gusta mucho y no la entiendes, te la inventas? Ahora llevo los cascos del móvil en las orejas y suena una de aquellas emisoras que no entiendo. Sé que estamos en otro lugar y aquí todo es diferente, incluso el olor de las calles y de los puertos. Tengo ganas de hacer una foto con tu móvil y enviársela a mi madre para que sepa que estoy bien, que esto es lo que siempre había soñado. Sólo que faltaba ese empujón de aire y arena para llevarme bien lejos y escaparme de mi soledad interior, de mis monstruos del invierno pasado. De la enfermedad del dolor. Debo confesar que aquella fiesta fue el reencuentro perfecto, porque antes de conocerte, antes de sacarme a bailar, de poner tu chaqueta en mi espalda o de susurrarme al oído nuestra canción, ya sabía que serías importante. No todos consiguen magnetizarme con su sonrisa y compartir días en el parque y regalar bailes. Y el jazz entre nuestros dedos y nuestro aliento colándose por nuestra ropa interior...Nuestros pies sumergidos en la arena y nuestro cuerpo lleno de crema solar, mis uñas de color rosa pastel y tu con el sombrero azul marino a conjunto con el oleaje. Y sobretodo, sonriendo. Aunque a veces, sólo lo hagamos en sueños.
Hoy hay espaguetis con tomate, queso y calabacín una buena receta de verano, mediterráneamente, como la cerveza-dices.

lunes, 4 de julio de 2011

Sonríe


El año pasado crecí. 
Este verano me he propuesto que va a ser mejor que el anterior (complicado). Me he propuesto que voy a ser todo lo positiva que se puede ser. Empezando por admitir que si lo nuestro se acabó, es porque no tenía que ser. No vale lamentarse, ni pensar qué se pudo haber cambiado. Nosotros en otro momento, no es una buena solución. Lo mejor de ahora es que podemos ser amigos. Ser capaces de aceptarnos así, que no está nada mal, de echo, es mucho mejor que nada. Te escribí una carta demasiado triste y cabreada, puede que ahora debiese rectificarla. Tú me has escrito una y prometo guardarla en un cajón bajo llave. O en la colección de cartas que nunca me han escrito. Algún día la leeré, seguro. Ahora prefiero vivir(lo) todo de otra forma. Estoy más que contenta de haber hablado contigo de todo lo que me pasa o de porqué has decidido que no podíamos continuar siendo algo más. Tal vez, ahora podamos hacer muchas más cosas juntos, desde otra perspectiva.
También quiero expresar lo afortunada que me siento con mis amigos y familia. SI afortunada. !Qué pocas veces decimos esta palabra! Tengo muchas ganas de verano, de compartir, de sonreír, de disfrutar, de bailar y de conocer nuevas experiencias, gente y emociones. De vivirlo junto a los míos, los que sé que van a estar ahí. 
Además, siempre se deben dar las gracias por que todo vaya cómo hasta ahora. Que tengamos amor y salud. Que ya es lo más importante. No vale la pena sufrir por algo que no ha sido como habíamos querido, al menos lo hemos intentado; Qué es mucho más fácil intentar ser positivos y pensar que todo puede ser mejor si nosotros queremos y luchamos para que lo sea. Vivir mirando hacia adelante, que el pasado no va a volver. Que es mucho mejor construir un presente con aquello que vale la pena. 
Un amigo mío, siempre me recuerda la importancia de sonreír! Así que sonriámosle a la vida :)

Foto: de pequeña.


viernes, 1 de julio de 2011

Pequeñas mentiras (sin importancia).

Roses. Girona
Dejémonos de tonterías. Vayamos a olvidar todas las canciones que parece que hablen de nosotros. No quiero que hablen de eso. Nos estábamos conociendo y nadie tiene la culpa de eso. Los dos queríamos intentarlo, ¿qué no ha salido como esperábamos? Pues volvemos a entrar en el mercado de los solteros, como tu dijiste. Esa misma noche en que iba a explotar a llorar, tan sólo unos segundos antes era feliz con todo el placer infinito que estábamos generando, con el universo paralelo que habíamos decidido crear. No sé, porque motivo en medio segundo todo dio un vuelco; bueno en realidad si lo sé, pero no sé si estoy preparada para creérmelo de nuevo. Te escribí demasiadas veces por aquí. Tal vez ese fue uno de mis errores. Puede que no debiera acostumbrarme tan rápido a tus caricias por la noche, a tu brillo de ojos con conexión directa sobre los míos, a nuestras manos entrelazadas, a tus besos y a tus llamadas alrededor de las ocho de la tarde, que ahora toda esta rutina se ha esfumado. Total, lo nuestro sólo era  algo complicado...Ya dije un día que no me gustaba pedir deseos por mi cumpleaños porque nunca se cumplen. (Quizá algún año deba pedir algo que no quiero, para que suceda al revés). Y quedamos para hablarlo en un bar y eso me alivia y me mata por dentro. Y dices que podemos ser amigos, y estamos sentados al lado, mirándonos y me noto a mil km de distancia y yo sólo quiero poder tocarte queriendo otra vez, poder recordar nuestros cuerpos juntos antes de llegar al éxtasis, otra vez. Sólo quiero que nuestras diferencias "del cosmos" (como tu dijiste) se unifiquen. Que haya más días de gloria, más citas (im)previstas, más visitas a casa y más películas en tu cama, más deshacer las sábanas y más postres de cena. Está claro, que la que te propuso una relación abierta soy yo y quizá es el precio que deba de pagar  para reconocerte mejor, no se si esto va a funcionar, seguramente no. Supongo que los sentimientos siempre estarán por encima del sexo. Supongo que todo esto es una gran excusa (muy grande) para que pueda sentir que nuestra complicidad sigue estando ahí. (aunque tal vez necesitemos estar un tiempo separados).


"Blowing out the candles from my cake
I choke on the smoke as I look around the room
Everybody's wishing for no more mistakes
And all that I can think about is you"
(Chocolates & cigarettes. Angus & Julia Stone)

Foto: clicando en ella, entrareis en el álbum personal del autor de la foto.