jueves, 17 de mayo de 2012

Dulce cotidianidad

Tarragona
Amy Winehouse en el reproductor de tu ordenador. En el mío, sólo unos metros detrás de ti Camera Obscura con su the sweetest thing, en plan cita perfecta para dos, en plan como conquistar a ese chico que hace tiempo te gusta.  Yo intentando memorizar la letra y practicar inglés. Yo sentada en tu cama, lista para ir a cenar.  Hoy invitas tú.  Afuera el atardecer acecha, el sol está a punto de decirnos adiós por hoy. Adoro el verano por esto.  Porque ahora aún es de día. Porque puedes ir en manga corta y llevar vestidos de flores, llevar vestidos sin medias y camisetas de colores. Puedes disfrutar de batidos de leche merengada en la terraza de un bar y leer sin parar todos esos libros que acumulas durante el año. Puedes dar vueltas por la cama sin que nada se interponga en tu paso, sin que ninguna arruga de la manta se interponga entre tú y él. Puedes llevar un bolso pequeño contigo, hacer que todo quepa en él, que todo quede perfectamente compactado, puedes dejarte la chaqueta en el coche o el pañuelo sin poder evitar coger una neumonía o un resfriado común. Puedes empezar a planificar tus vacaciones o empezar a revisar páginas con ofertas dispares de trabajos, descartar los que no te van o ajustarte a los cambios. O llenar los huecos del día en horas en la piscina, con la música en tus oídos, cerrando los ojos e imaginarte bailando.
Justo como ahora él. Moviendo los hombros, siguiendo fortuitamente el compás. Haciendo como si nadie más le estuviese observando. Dulce cotidianidad, digo. 

4 comentarios:

SMSC dijo...

Buuuaf, qué digo yo de este texto? Que texto más bueno por favor. Me encanta leerte, en serio!!

Jesús PB dijo...

Qué dulce verano, lleno de vida y de uno mismo, me encanta. Cuando la cotidianidad es dulce, la vida sabe mucho mejor.
Bsos!

Javier Gómez dijo...

La verdad es que no sé que tiene el verano que a todos nos vuelve locos, al igual que la buena música, besos

Gabby dijo...

La verdad, es que con rutinas así, no molesta estar estancado, más bien, hace cada día genuinamente encantador ^^
Un beso!