domingo, 14 de marzo de 2010

Qué a tu lado, campeón.


El calor que sientes cuando llegas a casa es lo mejor. Es como unas Navidades.
Es lo mejor de estar una semana fuera de casa. Llegar y sentir el calor que hace en ella.
Reconocer el olor y sentirte segura. Ver tu cama y entrarte una ganas enormes de meterte en ella. Nunca hubiese imaginado que se puede añorar tanto una casa.
Cuando he llegado, he dejado la maleta tirada por ahí. Reventada después de pasearla por medio metro, hacer transbordo a la L5 y luego coger el tren hasta casa. Suerte que esta maleta puede aguantarlo todo, después de haber viajado tanto. No como yo...igual voy a tener que comprarme un suplemento vitamínico para que me de más vitalidad y energía y que a las 3 de la tarde no me apague por completo como ahora, que me entra un sueño siempre...

Pero llegar a casa, también es, contar mentiras. Decirles a tus amigos que todo te está yendo estupendamente ( y no digo que las cosas me van mal), contarles todo lo que haces pero adornandolo todo un poco.
Te llama tu mejor amigo, y le preguntas que qué tal todo. Y él te cuenta sus novedades, qué tal le va todo, si a conocido o no a alguien. Y sin que te lo pregunte, vas y le cuentas todo el rollo, en plan " a mi también me va todo muy bien, no me he enamorado, aún, pero estoy conociendo a gente" y él te mira y te dice "que se alegra" y tu en el fondo crees que te tiene un poco de envidia, o a lo mejor, le tienes tu a él. Y quisieras poder decirle, que a pesar de que te has mudado por un tiempo, tu vida sigue siendo igual que antes, que sigues pensando que nunca te va a pasar nada bueno, que a pesar de los más de 20' que pasas cada día en el metro aún no te has sentado al lado de ningún chico "guapo". Y que estás harta de fingir y de que quieres salir corriendo todo el tiempo. Que levantarte a las 6 de la mañana es un "coñazo" pero que luego te ríes un montón. Y todo eso, y mientras los dos os sonreís.
Y él te desea suerte y tu a él. Pero desearías un abrazo de "tranquila". Y todo se vuelve estático y tú, vuelves a sentir ese calor. De querer y no querer irte, otra vez.

9 comentarios:

Unknown dijo...

yo soy igual... y lo peor es que me salen las sonrisas, así sin querer, de que todo está bien, aunque por dentro me esté derrumbando y reconstruyendo continuamente, y cansa, cansa muchísimo, hasta que llega ese día en que decides escapar y respirar un aire distinto, que alivia por un rato pero luego toca volver y enfrentarse a la misma rutina... pero supongo que hay que tener paciencia, no vamos a conseguir nada sino intentamos superar los días a base de sonrisas, aunque sean de mentira, hasta que se conviertan en las más verdaderas que existan :)

Jesús PB dijo...

Será que el hogar tiene ese sabor tan dulcemente amargo que hace nuestros cada uno de los rinoes, de las miradas y de las acciones que vivimos. Tiene un encanto especial a veces cruel, pero conocido.
Un beso!

Deray dijo...

Hay que sonreir amiga mia aunque cueste, no todo es sencillo pero se puede. Un beso grande

david_ts dijo...

Quien nunca ha dicho que està genial cuando realmente está apunto de ponerse a llorar en la cama?XD

Sempre que s'està fora de casa arriba el moment 'bajón' on s'anyora les petites coses que se fan habitualment a la ciutat d'origen, pero lo bó es que superat aquest momentet(que dura com a molt una semana) es quan se torna a disfrutar de les noves experiencies que te brinda la vida i de la gent que ara per ara es com si formessin part de la teva familia.

Mua y una abraçada de tranquilitat!:)

Débora Sandoval dijo...

Light's will guide you home
indigne your bones
and i will try fix you•*

Aunque los amigos son la familia que se nos permite elegir, el hogar es la bendición que Dios nos permite sentir, porque aquel sentimiento, no lo encuentas en ningún lado. feels like home :D

saludos preciosa

Mirna Macondo dijo...

Me tocará fingirlo y a la vez decir la verdad dentro de tres meses. Y luego incrementado por mil dentro de dos años.
A veces me pregunto si quizá es mejor quedarme aquí. Pero me siento quemada, cansada, y entonces ansío aquel otro lugar.
¿Cuando esté allí también querré volver?
Mirna

la chica de los lacasitos dijo...

hogar, dulce hogar

:)

me gusta todo lo que leo por aquí

X dijo...

Para bien o para mal, la vida no es un anuncio de Coca-Cola. El amor de tu vida no está en el metro, como mucho algún chico "guapo". :-)

Anónimo dijo...

¿Y por qué los cambios tienen que ser para mejor? ¿Por qué van a tener que pasar cosas inesperadas e interesantes por cambiar de entorno? Si hubiera un sitio en el que pasaran esas cosas seguro que muchos nos iríamos allí una temporada. Pero que no haya cambios no es negativo ;)

Besos!