viernes, 27 de marzo de 2015

Te pregunté: 
-Te acuerdas de nuestra primera vez cogidos de la mano? Y de aquélla en la que fuimos juntos a pasar un día en el mar? Y de todo lo que descubrimos, después? 

Me he propuesto recordar. No sé porque ahora todo ha vuelto a la memoria. Todo lo que había almacenado. Lo había post puesto, supongo. Ahora he vuelto a acordarme de aquellas cosas que hacíamos al principio. De todas las emociones que sentía, de las cosquillas en la barriga, de todas las chorradas que nos decíamos, de todos los sueños que teníamos por cumplir, de nuestras quedadas eternas, del querer siempre más, tal vez porque lo empezábamos y no lo teníamos del todo. Tal vez, porque teníamos miedo que mañana se acabara. Porque sabíamos que aquellas diferencias de carácter nos acabarían alejando. Que tú acabarías alejándote una vez más. Por eso, deshacíamos la cama cinco o seis veces por semana tal vez. Nos subíamos en el coche y no sabíamos dónde íbamos a parar. Todo aquel riesgo, aquella sensación de placer camuflada en miedo. En miedo a hacernos daño. 

Ahora me ha dado por autoflagelarme una vez más, he vuelto a pecar leyendo absurdas historias de amor-odio. He pecado imaginándonos como al principio, con toda aquella adrenalina que tenía al pensar en ti, con todos los besos que tenía guardados para alguien como tú. He vuelto a querer desear el principio. El principio con otros. Lo sé, soy culpable. Culpable de querer cosas imposibles. De a veces, quererlas contigo pero sin ti. De sentir aquel dolor y aquella sensación de vacío cuando lo dejamos durante todo aquel largo verano, en el que continuamos acostándonos. Siendo amigos extraños. De volver a aquel riesgo. 
Lo sé, todo lo nuestro es demasiado bonito para querer volver al ayer. Yo quiero vivir en el ayer pero del hoy. De lo que hemos construido juntos. De lo que había soñado antes. Pero a veces, no se por qué, siento que esto no es suficiente. Siento que es contradictorio. No puedo imaginarme en el futuro sin ti, ni puedo ni quiero.
¿Me estoy transformando en una adulta aburrida? ¿Aburrida de la monotonía? ¿De lo que comporta crecer y madurar?
¿Por qué no nos comportamos como si acabáramos de conocernos? ¿Por qué no hacemos de nuestro viaje por la vida algo con lo que reírnos siempre? Ahora me acuerdo de aquella canción "Young Forever", es como si siempre quisiese verme reflejada en aquellas historias pastelosas y adolescentes de amor. De amores primerizos.
Soy triste. Y seriéfila, cinéfila y lectora voraz a partes iguales. No sé escribir sobre cosas que no me pasan a mi, sobre cosas bonitas a las que ya me he acostumbrado, pero que no tienen poder para ser descritas. 

Entonces, tú respondiste: 
+Sí. ( y no hubo nada más que decir. Entonces empezaba el presente.)

No hay comentarios: