jueves, 30 de enero de 2014

Distrayendo a la razón

Yo pensaba que una vez habías descubierto el arte de escribir ya lo tenías para toda la vida. Pero se ve que no. No será porque no lea, porque ahora estoy más inmersa en ello que en toda mi vida. Debe ser porque no tengo tantos estímulos positivos, y por lo tanto no me hacen soñar como antes. Aunque claro, de lo malo también puede hacerse poesía. 
El caso es que no sé que escribir, ni sobre qué, ni cómo, ni por dónde empezar. Hay días que me noto más inspirada y creo tener la capacidad de retener ideas en mi mente para luego transmitirlas aquí, pero luego me da por hacer una cosa diferente, voy a trabajar y ya se me olvida todo. Cuando vuelvo ya no sé ni por donde estaba ni que tenía que escribir. Un desastre! Otras veces yo misma me siento amenazada por no poder escribir. Por no obligarme a visitar el blog más a menudo y leer los blogs de otra gente haber si así me entra la vena creativa, pero me da pereza ponerme a ello. 
Quizá es que necesito un "retiro" momentáneo, pero me da un "nosequé" haber de abandonar por un tiempo el blog, después de haber estado tan enganchada en ocasiones a él y haber disfrutado tanto en contar y relatar historias que me he inventado o que he vivido a lo largo de los cuatro-cinco años de vida. 
Puede ser que cuando vuelva a disfrutar de un fin de semana en condiciones o a respirar aire puro un domingo o a dar un paseo de la mano del chico más molón del mundo con tiempo (sobretodo) vuelvan a activarse mis neuronas y decida volver a empezar. Así que si veis que no estoy mucho por aquí, perdonad mi ausencia. 

Dicen que finjo o miento
Todo lo que escribo. No.
Yo simplemente siento
Con la imaginación.
No uso el corazón.
(Dicen que finjo o miento-Pessoa)

1 comentario:

Óscar Sejas dijo...

A veces es muy necesario parar para encontrarse.

Las letras están dentro, aunque a veces no seamos capaces de plasmarlas.

Un abrazo.