martes, 19 de marzo de 2013

Ha llegado el (des)hielo

Valencia
Un día de invierno del año pasado, no recuerdo cuando, empecé a escribir sobre una persona que había querido un montón (aquí y aquí).  Alguien que siempre había estado a mi lado (para todo), que siempre estaba cuando le necesitaba, si necesitaba que me llevara a algún lado o si quería asistir a un concierto y no  tenía acompañante. Mis sentimientos hacia él habían cambiado, no sabía explicarlos pero dije que había empezado a des-quererle. Pues bien, hoy después de un año, estoy empezando a recomponer los pedazos que me dejó. Estoy empezando a sentirme a gusto a su lado de nuevo, a que no me importe hablar con él de algunas cosas o a ir a su casa y que se sienta a gusto, que vea que puedo estar de nuevo ahí. Es un poco doloroso, porque por otra parte he empezado a mentir en casa, he empezado a ocultar algunas cosas, a contar las verdades envueltas en un caramelo agridulce pero no amargo. A veces, tengo que esconder cosas que me gustaría poder contar alegremente, sobretodo si yo misma me lo creo y lo siento. 
Quisiera que llegara un día que no me avergonzara decir todo lo que siento. Que no me sintiese mal por explicar las cosas, que no tuviera que justificarme o justificarle. Que no provocase gritos o malas caras. Ni comentarios a todas horas por algo que he hecho o que ha hecho porque si. Entiendo, que quizás es pronto para perdonar, jamás olvidaremos, pero debemos ser capaces de intentar pasar página, porque al fin y al cabo, la situación nunca volverá a ser como antes. Sólo conseguiremos que sea lo más llevadera posible. Así que sí, ahora es el momento de mirar para adelante, al menos intentémoslo. Yo prometo hacerlo. 

9 comentarios:

Soraya Bruxa Moura dijo...

A veces, es suficiente con intentarlo, poner de uno... para los dos.

Luis Cano Ruiz dijo...

Yo creo que se trata de ir poco a poco, primero aprendiendo tú de los errores y arreglándolos poco a poco. Luego, haciéndo ver a los demás que todos podemos tener una segunda oportunidad, y que no se trata sólo de compasión, sino de una nueva opotunidad, de cero.

Al menos, así empezaría yo...

Cuídate.

bull dijo...

Es humano errar... Mas humano perdonarnos y perdonar.
Las situaciones cambian, no hay porque ser rígidos cuando algo nos hace bien aunque a los demas no. A nadie se le deben explicaciones excepto a uno mismo. Es una alegría compartir nuestra felicidad, pero, no siempre estarán deacuerdo, es normal, pero no por ello dejaremos de hacerlo.

Isabel Motos dijo...

Ese (des)hielo es un paso, parece que tonto, pero no. Y después, poco a poco, vendrá lo demás.
Por cierto, no paro de darle vueltas a eso de "des-querer"... me has dejado pensando, no sé. :)
Un abrazo!

Óscar Sejas dijo...

Creo que el pasado es desterrable, lo importante es volver a caminar y sentirse cómodos. Los miedos acaban disipándose.

Lo que pasó pasó por algo pero si otra vez volvéis a tener confianza es por algo :-) piensa en eso

¡Abrazos!

X dijo...

Bien. Si ponéis de vuestra parte recuperaréis lo que teníais, seguro. :-)

Beso.

atlantis2050.blogspot.com

Alhy dijo...

Hace poco lei una frase que aplico a todos los campos, sean de la naturaleza que sean, “tienes que hacer lo que no puedes no hacer”.

Cada uno sabe qué camino tiene corazón, que es eso que no puede no intentar o no hacer.

Suerte :)

Kris Diminutayazul dijo...

Lo conseguirás... :)

La niña que escribió un sueño dijo...

Puede que partiendo desde cero y con cariño y tesón se parezca mucho a lo que tuvísteis.

Ánimo :)