viernes, 13 de mayo de 2011

Diagnóstico Vol.1

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Aquel concierto, entre tanta gente, tanta multitud. Un grito desesperado de una fan, antes del espectáculo. La prueba de luces, las miradas cruzándose. La gente buscándose. El móvil en la mano, parpadeando. Un mensaje, luego otro. Una llamada intercalada. Me gustan los conciertos porque siempre esperas encontrarte a alguien. Las casualidades, suelen ser lo mejor del dia, aunque sean premeditadas.  No hay mejor lugar para conocer a alguien, dicen. No hay mejor forma de conocer a alguien, creo. Tu mensaje dice, mira tu reloj, justo en frente del escenario, parte izquierda, a las tres menos cuarto.  Cada vez hay más gente, gente rozándote, codo con codo. Las pruebas de sonido están llegando a su fin. Menos de un minuto para el concierto. La piel se te eriza, no se si será por el frío o por la locura de no vernos. Me giro, detrás ellos. Una cerveza, otra y dos más. Euforia.  Luego una calle vacía, tu mano en mi cintura. Te deslizas, te dejas llevar. Cierras los ojos y no dejas que esto vaya a más, aunque por dentro tus hormonas trabajan más rápido, hay más adrenalina. Tienes que parar. Lo sabes. Se lo dices. Las cosas no pueden funcionar así. No puedes volver a los dieciocho. Demasiadas calles desde entonces, situaciones. Demasiado miedo. Cinco letras que dicen tanto de alguien. De ti. Así que le coges la mano, fuerte y  le susurras algo (voy a regalarte besos lentos), o le tocas justo ahí donde le has descubierto y haces que todo vuelva a su sitio.
Es la una. Empieza el concierto. Silencio. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

wow

Yopopolin dijo...

Me encantan los besos lentos... y con música, mejor! ;)