Sitges |
Te duelo. Esto nos está sobrepasando.
Hablamos y hablamos sobre lo de ser amigos y ya está. Y lo intentaríamos y nunca resultaría.
Te morirías por dentro sin poder abrazarme dices. Y la premisa principal a todo esto de ser amigos, es sobretodo sin abrazos. Y que no podamos contarnos nada acerca de nuevas amistades de sexo opuesto o sobre cenas en otros pisos. Luego la rabia se apodera de nosotros. Los dos sabemos que lo mejor sería eso, ser sólo compañeros. Pero quién quiere arriesgarse primero? ¿Quién quiere dejar de sentir en los abrazos y los besos? ¿Quién quiere dejar de pensar en nosotros hoy? En que pasaría si mañana nos levantáramos y decidiéramos borrar el número del otro o bloquearnos en facebook. ¿Dónde quedarían los sábados en la cama, las piscinas con burbujas, las duchas compartidas, las fantasías...?
Quiero tenerte aquí y ahora. Odio tener la sensación de equivocarme cuando estamos separados y que el tiempo se detenga cuando quedamos. Hacerme la dura contigo y mostrarme distante para que las cosas no se descontrolen, pero no podemos evitarlo. La línea invisible que nos separa es mucho más fuerte.
Yo juego con las palabras y los dos con los sentimientos. No se si podremos escaparnos. Y cuánto nos va a costar esto, cuánto nos va a doler.
Lo que sé, es que ahora quiero hacerlo, quiero equivocarme más veces, más si es contigo. Que esto es como un vicio que no queremos dejar. Algún día encontraremos el antídoto que nos alejara. Y eso me da más miedo que toda esta montaña rusa de corazones. Que mi período de prueba de separarnos me hizo desear más lejos, escucharte en las canciones de la radio y compararte con los otros. Y esto es mucho peor que desearte cerca y creer que de momento podemos seguir siendo dos valientes que seguirán saltando por las ventanas. ¡Agrrr...!